NO A LA BIOMETRÍA – GIORGIO AGAMBEN

Giorgio Agamben es profesor de filosofía en la Universidad de Venecia, Italia. Es autor de obras significativas, incluyendo Homo Sacer (1995) y Estado de Excepción (2002). En 2004 renunció a un puesto en la Universidad de Nueva York, al negarse a pasar por los requisitos biométricos para la visa solicitados por el gobierno de Estados Unidos. En diciembre de 2005 asistió a un acto público en apoyo a los estudiantes arrestados; y a esta altura, ha declarado públicamente su intensión de rehusarse ante la solicitud de todo tipo de papeles de identidad biométrica, tanto europeos como nacionales. He aquí el pequeño texto que se despachó al respecto.

Cuando hacia finales del siglo XIX, Galion comenzó sus investigaciones sobre huellas digitales en Inglaterra, y Bertillon en Francia inventó la fotografía judicial “para identificación antropométrica” (aquel era el término en esos tiempos), dichos procedimientos estaban exclusivamente reservados a los criminales reincidentes.

Hoy en día, se perfila el comienzo de una sociedad que se propone aplicar a cada uno de sus ciudadanos dispositivos que antes estaban únicamente destinados a los delincuentes. De acuerdo con un proyecto que está actualmente en vías de desarrollo, la relación normal del Estado con lo que Rousseau llamó los “miembros del soberano” será biométrica, es decir, de sospecha generalizada.

Presionada por una creciente despolitización de las sociedades posindustriales, la ciudadanía se repliega progresivamente de toda participación política y se ve a sí misma tratada, cada vez más, como criminales en potencia. De esta forma, el cuerpo político deviene en cuerpo criminal.

Los peligros de dicha situación son obvios para todos, excepto para aquellos que simplemente se rehúsan a verlos. No recuerdan que las fotos que originalmente eran documentos de identidad o tarjetas profesionales, fueron las que permitieron a la policía Nazi en los países ocupados localizar y registrar judíos, facilitando su deportación. ¿Qué ocurre cuando el poder despótico hace uso de los registros biométricos sobre una población entera?

Esto es aún más preocupante cuando los países europeos, luego de imponer el control biométrico sobre los inmigrantes, se preparan para utilizarlo sobre la totalidad de sus ciudadanos. Las razones de seguridad invocadas a favor de estas prácticas odiosas no son convincentes, porque si bien las mismas pueden contribuir a la prevención de la reincidencia, son inútiles contra un atentado terrorista que ocurra por primera vez. Por otro lado, son perfectamente eficaces para el control masivo de individuos. El día que la supervisión biométrica se haya generalizado y la vigilancia mediante cámaras de video se extienda a lo largo de las calles, toda crítica y disenso habrá devenido imposible.

Los jóvenes estudiantes que el 17 de noviembre de 2005 destruyeron los dispositivos biométricos de la cafetería del colegio Gif-sur-Yvette (1) han demostrado mayor preocupación por las libertades individuales y la democracia que aquellos que optaron por, o aceptaron, su instalación sin siquiera pestañar.

Expreso mi solidaridad hacia aquellos estudiantes franceses y declaro públicamente que me rehusaré a ser partidario de cualquier supervisión biométrica, y que por esto mismo, estoy dispuesto a resignar mi pasaporte así como a todo documento de identidad.

Giorgio Agamben
Le Monde, 5 de Diciembre de 2005

Nota:

(1) A raíz de los hechos durante los cuales dos dispositivos biométricos fueron destruidos en el Colegio de Gif-sur-Yvette el 17 de noviembre de 2005, Agamben quiso demostrar su apoyo a los estudiantes implicados. El daño fue estimado en más de 15,000 Euros. Tres personas fueron eventualmente interrogadas, detenidas y arrestadas por la policía. El 17 de febrero de 2006 fueron condenadas, multadas con 500 Euros y sentenciadas a tres meses en prisión.

http://electricskies.com.ar/no-a-la-biometria-giorgio-agamben

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